CONFERENCIAS 2017. GRACIAS. Rubén Palacios Vidal
CONFERENCIAS 2017. GRACIAS. Rubén Palacios Vidal
Un día un joven le pidió a Dios que le regalara una mariposa
y una flor. Sin embargo, Dios le concedió un cactus y una oruga. Confundido y
molesto con Dios, el joven le dijo que no tenía derecho a burlarse de él. Pero
Dios sonrió y le dijo: se prudente y espera. Pasó el tiempo y de aquel cactus
feo y espinoso brotó una flor. Mientras que la oruga se transformó en una bella
mariposa, el cactus produjo la más bella flor. Dios siempre actúa de forma
adecuada. Aunque a nuestros ojos el camino no sea bueno, al final siempre tiene
un propósito.
Si le ha pedido a Dios algo y recibiste otra cosa, confíe, Él nunca se equivoca.
En los tebaev de Catemaco, San Andrés, Tierra Blanca,
Alvarado, Lerdo de Tejada, Puente Nacional y el tecnológico de Alvarado.
Comentarios
Publicar un comentario